¡Suena el teléfono! ¡Por fin una entrevista de trabajo! Llevas tiempo esperando este momento y te sientes nerviosa y emocionada. Lo más importante ya lo llevas, tu experiencia y conocimientos. Pero de pronto aparece en tu cabeza la gran pregunta, ¿Qué me pongo? Por mucho que queramos pensar lo contrario, la imagen importa. Es así. Desde el momento en el que se produce el primer contacto, tu entrevistador juzgará tu aspecto, tu estilo, tus gestos. Tu imagen hablará por ti más de lo que piensas.