Sin duda el campo de la medicina donde más uso se le da al láser es la oftalmología.
La palabra láser es una abreviación de 5 palabras inglesas:
L – ight
A – mplification
S – timulation
E – mission
R – adiation
En otras palabras, el láser no es más que luz altamente organizada, también denominada coherente.
Para producir este tipo de luz se debe estimular una substancia para que emita radiación lumínica y amplificar esta luz en un solo sentido (de ahí se deriva su nombre). La luz coherente o láser tiene tres características fundamentales:
- Polarización: los rayos de luz viajan en una misma dirección (con muy baja divergencia).
- Longitud de Onda: toda la luz que compone el haz láser tiene la misma longitud de onda (es de un solo color puro).
- Fase: las crestas y valles de las ondas de luz concuerdan a lo largo de el haz.
La ventaja de la luz coherente es que es un medio muy efectivo para transportar energía a un punto específico. Gracias a que muchas estructuras del ojo son transparentes para la luz visible, el láser se convierte en una excelente herramienta para el oftalmólogo.
Existen varios usos para los láseres en oftalmología que, básicamente, dependen de la forma en cómo estos afectan a los tejidos y se resumen en los siguientes:
Fotocoagulación
Algunos tipos de láser de baja potencia producen una quemadura controlada en el tejido específico para el cual están diseñados. Este es el caso del láser “Argon”, que se utiliza para lesiones en la retina o el láser “Holmium” para la córnea. El Láser de Kripton, de Diodo o el Dye-láser, ofrecen las mismas prestaciones.
El láser Argon se utiliza para tratar lesiones en la retina, como membranas neovasculares en la degeneración macular, o para eliminar porciones enfermas de la retina que pueden estar afectando la retina sana, por ejemplo en la retinopatía diabética o en la oclusión venosa.
El láser Holmium actúa sobre la córnea produciendo pequeñas quemaduras que al ser adecuadamente colocadas la incurvan para cirugía refractiva de hipermetropía.
Fotoablación
Fotodisrrupción
El YAG láser es el mejor ejemplo para este tipo de acción. La alta potencia de este láser permite ionizar el tejido al punto de romper sus átomos y convertirlo en plasma (libera mucha energía en muy poco tiempo). Este tipo de laser debe ser cuidadosamente enfocado sobre la estructura que se quiere perforar. Es especialmente útil para perforar la cápsula del cristalino cuando esta se opacificada después de una cirugía de catarata o para perforar el iris para curar y/o prevenir el glaucoma.
Las principales enfermedades oculares que se tratan actualmente con rayos láser:
El Glaucoma, Limpieza de cápsula posterior del cristalino tras cirugía de catarata, Retinopatía Diabética, Desprendimiento de Retina, DMAE, Edema de Mácula, Cirugía del Humor Vítreo, Cirugía Refractiva (Miopía, Hipermetropía y Astigmatismo).
Antonio García. Óptico optometrista
Anfer Óptica
www.anferoptica.com
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