Cada vez hay mayor preocupación por los alimentos llenos de azúcares, grasas y sal, ya que suponen una seria amenaza para la salud. Nos interesa una alimentación saludable, que priorice la comida real, los productos frescos, pero muchas veces no sabemos identificarlos.
Los alimentos procesados son aquellos que han sido sometidos a una serie de tratamientos industriales mínimos con el objetivo de prolongar su conservación y propiedades. No son frescos. Tienen un ingrediente principal y además pueden contener 2-3 ingredientes procesados adicionales. Por ejemplo: los yogures naturales sin aromas ni edulcorantes ni azúcar, o las conservas de pescado, legumbres o verduras.
Los ultraprocesados son productos alimentarios, donde el ingrediente principal es mínimo, y se componen de una larga lista de ingredientes derivados de alimentos que son producto de la industria alimentaria. Suelen contener un gran número de aditivos para prolongar su vida útil y sus propiedades organolépticas: conservantes, emulsionantes, potenciadores de sabor y color, aglutinantes, disolventes, etc. Algunos ejemplos son: la bollería industrial, las bebidas carbonatadas y energizantes, los caldos concentrados, las chucherías, los embutidos o los productos precocinados.
La industria alimentaria nos incita constantemente al consumo de alimentos ultraprocesados. Se publicitan de forma abusiva, creando en el consumidor la necesidad de comerlos. Además, son muy baratos, muy apetecibles, fáciles de preparar y requieren muy poquito tiempo, entonces, ¿por qué debemos dejar de tomarlos?
Para empezar, su valor nutricional suele ser pésimo. Se caracterizan por ser muy calóricos, con alto contenido en grasas de mala calidad, azúcares y sal. Sus cualidades organolépticas son muy deseadas y tienen sustancias adictivas, lo que hace que se consuman compulsivamente favoreciendo el sobrepeso, la obesidad, enfermedades cardiovasculares, diabetes, etc.
Consejos para identificar un buen alimento procesado:
• Estudiar el etiquetado. No deben estar compuestos de más de 4 ingredientes, siendo el primero el mayoritario y los demás, nombres que generalmente conozcamos.
• Intentar que sean lo más parecidos al alimento original, es decir, si voy a comprar bacalao, cogerlo fresco o congelado, pero no cocinado, precocinado, con salsas, etc.
• Cuidado con los alimentos dietéticos, suelen modificar su composición para ser más palatables y, sin embargo, su valor nutricional empeora, por ejemplo, los yogures 0% grasa muchas veces llevan más azúcares y otros ingredientes nada saludables.
• Ojo con los productos ecológicos, no por tener el distintivo son saludables.
Ana Cisneros
Nutrición y Dietética
en Guadalajara
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