Una de las mejores cosas del otoño es ver cómo la naturaleza se viste de amarillos, rojos y ocres. Una explosión de color en toda regla.
Te cuento cuáles son algunos de los hayedos más espectaculares de España para que no pierdas la oportunidad de visitar al menos uno. ¡Te van a encantar!
HAYEDO DE TEJERA NEGRA (Guadalajara)
Pequeñito pero matón, el hayedo de Tejera Negra es una joya paisajística en la provincia de Guadalajara. Y eso es porque es uno de los hayedos más meridionales de Europa, un pequeño superviviente en esta latitud.
Existen tres rutas para recorrer el hayedo de Tejera Negra: la senda del Robledal, la senda del río Zarzas y, la más popular de todas, la senda de Carretas. Esta última comienza y termina en el parking (recuerda que es obligatorio reservar), y los primeros kilómetros son un agradable paseo junto al río Lillas.
Justo cuando comienza la subida al collado aparecen las primeras hayas, que con su espectacular colorido hacen más amena la subida.
No te olvides de hacer una parada en la carbonera y descubrir cómo se fabricaba el carbón hasta no hace demasiados años. Yo casi todos los otoños soy fiel a mi cita con el hayedo de Tejera Negra. Si aún no lo conoces…¡No esperes más!
HAYEDO DE MONTEJO (Madrid)
Al igual que su vecino, el hayedo de Tejera Negra, está ubicado en la Sierra de Ayllón y es un bosque relíctico. Es decir, es una pequeña muestra de los bosques que hace miles de años se extendían por toda la Península. Para visitarlo es necesario obtener una acreditación, ya que es una zona de gran valor ecológico y debe ser protegida.
HAYEDO DE LA PEDROSA (Segovia)
Otra excelente opción para disfrutar de la increíble paleta de colores otoñales, es el hayedo de la Pedrosa. Además, cuenta con el añadido de que no tiene restricción de acceso, aunque para evitar las masificaciones es mejor ir entre semana. En la Oficina de Turismo de Riaza te proporcionarán información sobre las diferentes rutas que se pueden realizar.
SELVA DE IRATI (Navarra)
Es el mayor hayedo-abetal de Europa tras la Selva Negra alemana, aunque también es conocida por ser el bosque mágico. Y es que según la mitología vasca, en estos frondosos bosques habitan lamias, brujas y el Basajaun, señor y protector de los bosques. Creas o no en estas cosas, te puedo asegurar que cuando te adentras en los senderos de la Selva de Irati tienes la sensación de que está habitada por seres fantásticos.
PARQUE NACIONAL DE ORDESA Y MONTE PERDIDO (Huesca)
Si en cualquier época del año visitar el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es una apuesta segura, en otoño se convierte en algo espectacular.
La ruta más popular es la que va hasta la Cola de Caballo, una preciosa cascada que se encuentra en el Circo de Soaso. Pero para llegar hasta allí hay que atravesar un extenso bosque de hayas en medio de un entorno espectacular. Aunque la ruta es algo durilla, sin duda merece mucho la pena.
PARQUE NATURAL DEL SAJA-BESAYA (Cantabria)
Es una de las mayores zonas boscosas de Cantabria, un paraíso natural donde con suerte puedes ver corzos, jabalís, zorros y ciervos. De hecho, la berrea es todo un acontecimiento. Un excelente punto de partida para adentrase en el hayedo es Bárcena Mayor. Un pueblo de cuento que tiene el honor de ser el más antiguo de Cantabria y cuyo plato típico es el cocido montañés. ¿Necesitas más razones para visitar el Parque Natural del Saja-Besaya?
HAYEDO DE LOS CAMEROS (La Rioja)
El Parque Natural de la Sierra de Cebollera es un entorno natural privilegiado con infinitos senderos y frondosos bosques, como el hayedo de los Cameros. Dar un paseo entre hayas centenarias a orillas del río Iregua es una de las mejores experiencias para disfrutar del otoño.
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