Con una longitud de 3.945 kilómetros, esta turística vía atraviesa 8 estados desde Chicago, su punto de salida, hasta finalizar en Los Ángeles: Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California. La Ruta 66 se hizo muy famosa porque era la ruta que seguían los inmigrantes que viajaban al Oeste en busca de fortuna y una mejor vida, sobre todo durante la crisis de los años 30.
La US 66 formó parte de la Red de Carreteras Federales de Estados Unidos durante 60 años y fue oficialmente retirada el 27 de junio de 1985, momento en el que fue remplazada por la Red de Autopistas Interestatales. Aunque desde entonces se quedó algo obsoleta y entró en declive, esta carretera se ha convertido en todo un icono de Estados Unidos.
Si bien tiene un punto aventurero, cuando nos disponemos a emprender un viaje como este es preciso realizar previamente una buena planificación: así es conveniente saber qué parte de la ruta vamos a recorrer cada día, qué vamos a visitar y dónde vamos a dormir. No obstante, si bien las opciones para recorrerla son múltiples, existes paradas casi obligadas que nadie se puede perder.
Chicago
Es la ciudad más grande de este recorrido y donde históricamente empieza esta ruta. Te recomendamos pasear por los numerosos parques de la ciudad y bordear el Lago Michigan. Ah, y no puedes irte de Chicago sin hacer una parada en el restaurante Berghoff. Este establecimiento se mantuvo abierto durante la ley seca en Estados Unidos vendiendo cerveza casi sin alcohol y la gaseosa Bergo, de donde surgió su nombre Berghoff. Cuando la ley seca se derogó, Chicago le concedió a este bar la licencia número 1 para permitir la venta de bebidas alcohólica. Históricamente era el punto de encuentro de los moteros cuando iniciaban su ruta.
St. Louis y Missouri
La ciudad de St. Louis es muy conocida por ser el punto exacto donde dos de los ríos americanos más importantes se cruzan: El río Mississippi y el río Missouri. También es muy popular por su cerveza. De hecho la Budweiser, vendida por todo el mundo, se hace aquí. Si vas con tiempo, aprovecha para visitar la fábrica de cerveza de esta ciudad.
Oklahoma
Es otra de las paradas obligadas de esta ruta, en especial Clinton, donde se encuentra el museo de la Ruta 66. Ahí podréis encontrar toda la información sobre la historia de la Ruta 66.
Texas
A pocos kilómetros de Amarillo se encuentra uno de los lugares más fotografiados de la Ruta 66. Se trata nada más y nada menos de “Cadillac Ranch”, un “conjunto escultórico” obra de un equipo de artistas locales que semienterrando diez Cadillacs en posición vertical quisieron representar así la edad de oro del automovilismo americano y su evolución. Es tradición que los viajeros hagan su propia pintada en los coches con botes de spray. En un agujero del último coche dicen que siempre hay algún bote para poder utilizar.Pero además, Texas es famosa también por su vestimenta cowboy. Tanto es así que existe un originial monumento dedicado a sus míticas botas.
Después de recorrer Texas llegamos a Nuevo México, “La tierra encantada”. Se trata del estado con mayor diversidad étnica y cultural de Estados Unidos. No puedes pasar de largo sin conocer la ciudad fantasma de Glenrio. Ubicada en la frontera de Texas y Nuevo México, fue durante décadas una de las ciudades más concurridas de la ruta 66 gracias a sus múltiples gasolineras, restaurantes y moteles. No obstante, en la década de 1970 los la mayoría de negocios se vieron azotados por una fuerte crisis y cerraron. Lo más curioso para sus visitantes es poder poner al mismo tiempo un pie en Texas y otro en Nuevo México. Ya al abandonar Nuevo México nos adentramos entrar en el estado de Arizona una de las ciudades más visitadas es Flagstaff. Su proximidad con el Gran Cañón -parada que recomendamos hacer aunque no pertenece a la Ruta 66 – la convierte en un importante punto turístico.
Además, dentro de Arizona te aconsejamos visitar Chlorde, un pueblo abandonado situado a media hora de Kiingman donde te sentirás como un auténtico cowboy del lejano oeste.
Santa Mónica
Es el verdadero final de la Ruta 66, aunque mucha gente piensa que es Los Ángeles, de la que se encuentra a solo 30 minutos. Lo mejor de esta mágica ciudad son sus vistas al mar, algo que todo el mundo echa en falta en la Ruta 66. El Muelle de Santa Mónica, famoso por salir innumerables películas, es ideal para disfrutar con los más pequeños de la casa ya que tiene un paseo con juegos, atracciones y puestos de comida rápida.
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