Sonando: Buen viaje (Anni B Sweet)
La música suena y comienza la magia, como por arte de ídem. No nos hemos parado a observar lo suficiente este efecto que produce la música sin ser necesariamente objeto consciente de terapia, pero ahí está, poseyendo cuerpos y almas desde tiempos inmemoriales.
Pues a veces sucede que la música suena al mismo son en dos cuerpos, y, como resultado, surge la magia en sus almas. Y esto ha sucedido también desde que el mundo es Mundo, y quien sea capaz de negarlo quizá sea incapaz de escuchar con claridad.
Lo que suena ahora ya no es solo música sino amor, y de nuevo, la magia, que recorre los cuerpos para instaurarse en las almas y permanecer allí… Habiendo amor mientras haya música, y baile mientras haya magia. Habrá amor, pues, hasta que termine el baile.
Qué dulce la danza de dos que se mueven al compás. Las primeras notas saben deliciosas en los paladares de los danzantes y esa dulzura alcanza y supera la barrera de los ojos de quienes miran, espectadores del espectáculo de sus vidas.
El baile es movimiento, y como tal, requerirá esfuerzo. Diré, además, que la dulzura del inicio adormece los sentidos y el cansancio, y los vuelve caramelo. La anestesia a la que estamos sometidos permite casi que flotemos. Después de todo logramos hacer magia, ¿no? Pues eso.
Continúa sonando la melodía y seguimos bailando, a veces más, a veces menos. Uno, de repente, escucha esto y escucha aquello. El otro, mientras, baila, aunque cueste la vida mantener con vida la mano que sujeta sin, ¿con? miedo, y el otro que oye la música de lejos, pero lo que os digo, escucha esto y escucha aquello.
Las miradas se cruzan por un instante y recuerdan que un día hubo magia, sigamos bailando, sé que quieres hacerlo, venga, baila, hazlo, ¡bailemos! Quizá alguien se pasara de vueltas haciendo piruetas, un desliz, un tropiezo, un mareo. Lo normal, por otra parte, pues no se nos olvide que son humanos los danzantes.
No obstante, reponerse de tal trance es sencillo si se afina el oído y resuena con ahínco el mismo son que hizo magia antes…
…y si resuena la nada será porque es tiempo de mirar adelante y, quién sabe, puede que sea momento de cambiar de pareja de baile. Pudo haber sido, pero no. En cualquier caso, te (nos) deseo buen viaje.
Pronto más regaliz para dos, amigos.
URBAN Style signature: Leticia San Andrés
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