Las mejoras en las velocidades de conexión a internet gracias a la fibra óptica, que se están generalizando en los hogares, nos abren un amplio abanico de posibilidades y funciones desde la salud al ocio, pasando por la productividad o la seguridad que antes estaban reservadas a empresas o cuyo coste las alejaba de los usuarios domésticos.
Cámaras IP significa conectadas a Internet, y pueden emitir vídeo, sonido e imágenes en la red sin necesidad de usar un ordenador para ello. IP son las siglas de Internet Protocol. En sus comienzos eran caras y difíciles de configurar para visualizar el vídeo, pero ahora se han abaratado y la configuración se ha simplificado mucho.
Si deseamos saber si nuestros hijos llegan a casa bien después del colegio, si nuestra mascota está haciendo travesuras, o ver cómo está nuestra casa cuando viajamos o estamos de vacaciones, las cámaras IP conectadas a nuestro ADSL nos permiten echar un vistazo a nuestro hogar desde nuestro ordenador o teléfono móvil, con imagen y sonido en directo y cuentan con funciones como visión nocturna, detección de movimiento, micrófono, además suelen ser compactas y de bajo consumo eléctrico.
Una gran ventaja de las redes inalámbricas es que se pueden conectar estas cámaras sin necesidad de cables, aunque hay que tener en cuenta algunas características antes de elegir un modelo concreto:
- Donde colocar las cámaras de vigilancia es muy importante, aunque como son de pequeño tamaño, lo que debemos tener en cuenta es que haya una toma de corriente cerca y que llegue una señal WiFi estable. Como la señal WiFi suele ser el problema, disponemos de repetidores que llevaran la señal hasta los lugares más difíciles.
- Configurar una cámara es, casi siempre, tan sencillo como utilizar la propia aplicación que acompaña a la misma y conectarla a la red WiFi. Siempre se debe tener en cuenta que si se cae la conexión a internet, se acaba la vigilancia y la cámara dejara de ser visible desde el exterior.
- La calidad de la imagen dependerá del resultado que queramos obtener. Grabar al perro comiéndose el sofá o al gato asaltando la nevera cuando estas en el trabajo, no requerirá una resolución mayor de 480p o 720p, aunque si lo que se necesita es buena calidad de imagen habrá que fijarse, además de que grabe en HD a 1080p, que tenga un buen zoom.
- Para poder ver las imágenes de la cámara, será necesario instalar una aplicación para smartphone o tablet (la mayoría de fabricantes las desarrollan para iOS y Android), así como para poder acceder remotamente a las imágenes que graben. Desde un ordenador solo será necesario un navegador web, como Internet Explorer o Chrome.
- En algunas cámaras se pueden introducir tarjetas SD para ampliar la memoria, pero si alguien entra y la quita nos quedamos sin imágenes. Existen grabadores que graban varias cámaras a la vez, pudiendo revisar las imágenes en cualquier momento. Otra opción es el almacenamiento en la nube, pero en la mayoría de los casos suele tener un coste.
La ley de protección de datos española, a las que las cámaras de video vigilancia deben adaptarse, prohíbe terminantemente y bajo multa, grabar o vigilar cualquier espacio que no sea de nuestra propiedad, sean zonas públicas o espacios comunes, por lo que debemos asegurarnos de que únicamente se vea el interior de nuestra propiedad.
Elijamos las cámaras que elijamos y una vez instaladas y configuradas, ya podremos acceder a las imágenes y comprobar que no pasa nada extraño cuando no estamos presentes. O tal vez si…
Por: Alfonso Robles
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