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miércoles , 7 junio 2023

Protégete de la luz ultravioleta

La exposición prolongada a los rayos ultravioleta y luz infrarroja causa efectos dañinos en los ojos.

El ojo humano puede ver longitudes de onda desde 380 hasta 780 nanómetros (nm), las longitudes de onda que se encuentren fuera de estos parámetros se conocen como luz infrarroja (radiación mayor a 780 nm) y luz ultravioleta (entre los 200 y 380 nm).

El ojo no tiene ninguna respuesta visual a estas radiaciones, sin embargo, este tipo de radiación en nuestros ojos causa quemaduras por un aumento de temperatura en los tejidos y también los denominados daños fotobiológicos.

Los rayos UV se dividen a su vez en tres partes.

Los rayos UV-A de (316 a 380 nm) son los que se encuentran relacionados con la aparición de cataratas, pinguécula y alteraciones en la retina como la degeneración macular. Estos rayos provocan envejecimiento prematuro de las células en los tejidos del cuerpo.

Los rayos UV-B de (291 a 315 nm) causan alteraciones como queratitis, cataratas corticales y eritema. La exposición prolongada a este espectro de los rayos UV provoca quemaduras en los tejidos.

Los rayos UV-C (200 a 290 nm) generalmente no alcanzan la superficie de la Tierra, gracias a la capa de ozono, pero son los que más daño podrían causar a los tejidos del cuerpo humano.

Las reacciones agudas son similares a las que ocurren en la piel cuando se produce una quemadura.

Esto induce una reacción inflamatoria en el ojo que, en función de su intensidad, puede agravar la lesión. La exposición crónica a estas radiaciones produce daños por reacciones de foto-oxidación.

Sin embargo, existen moléculas en el cuerpo que constantemente se encuentran en búsqueda de estos radicales libres para destruirlos, es decir, actúan como un medio de defensa.

GRUPOS VULNERABLES

Pacientes mayores: La degeneración macular asociada a la edad y la aparición de cataratas, pueden estar relacionadas a una combinación de exposición excesiva a la luz y la coincidente disminución de células protectoras del organismo.

Personas con problemas de melanina: algunos estudios realizados en pacientes con iris de color azul, han demostrado que hay una relación significativamente alta en la aparición de DMAE, en comparación a pacientes con iris de color oscuro, por lo que ahora se explica la causa del porque este tipo de patología es casi desconocida en pacientes de color en el África.

Personas operadas de catarata: algunos estudios sugieren que la esclerosis nuclear del cristalino en los ancianos protege a la retina de una posible degeneración macular y esto ha venido a demostrar, una vez más, lo eficiente que es el cristalino en la filtración contra rayos UV y la luz azul. Esto nos lleva a pensar la importancia de una protección extra contra rayos UV en pacientes operados de catarata.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Párpados: La piel de los párpados está sujeta a una gran cantidad de cambios inducidos por la luz, incluyendo las quemaduras. Algunas de las afecciones más comunes producidas por la radiaron UV son envejecimiento prematuro, sequedad e hiperplasia sebácea. Los daños más severos son cambios en el tejido como el carcinoma de células basales, carcinoma de células escamosas y probablemente melanoma maligno.

Córnea: El daño causado a esta estructura dependerá de la longitud de onda y de la intensidad de la luz a la que se esté expuesta.

Clínicamente, la queratitis actínica y sus síntomas dolorosos, se puede presentar entre 8 y 12 horas posteriores a la exposición. La exposición prolongada a luz UV puede producir degeneración esferoidal de la cornea.

Cristalino: Los componentes químicos del cristalino son particularmente vulnerables a diferentes partes del espectro electromagnético. Una gran cantidad de estudios epidemiológicos demuestran la alta incidencia que hay entre los niveles de radiación UV ambiental y la formación de cataratas, principalmente las de tipo cortical.

Retina: Según diversos estudios la DMAE es una manifestación causada posiblemente por la exposición a esta luz. La combinación de oxigeno, luz y las propiedades de las moléculas pigmentadas pueden incubar daños formando radicales libres. La producción de altas concentraciones de radicales libres en la retina inmadura puede, posiblemente provocar los ya conocidos daños en este padecimiento.

Consejo: Protéjase de la luz del sol, tanto en verano como en invierno, con unas buenas lentes y déjese aconsejar por su óptico-optometrista de confianza, sus ojos se lo agradecerán.

Fernando Prieto
Óptico optometrista en Anfer Óptica

 

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