Cada verano son muchas las personas que tratan de paliar el calor con un refrescante baño en playas, piscinas y ríos. Si es tu caso, debes prestar especial cuidado a tus oídos si no quieres que la molesta otitis haga acto de presencia. A continuación, te explicamos cómo prevenirla.
Esta infección de oído, también llamada otitis del bañista, afecta a una de cada tres personas en España. Está provocada por la entrada de agua y humedad prolongada en el conducto auditivo externo. Por lo tanto, no hay mejor antídoto que la prevención: secarse bien los oídos con la punta de una toalla o una gasa tras el chapuzón.
Los niños y niñas pequeños suelen ser los más propensos a sufrir otitis del bañista, por lo que es recomendable extremar las precauciones después del baño en piscinas y playas con un buen secado del oído. Además, es básico evitar el baño en lugares donde tengamos dudas sobre la calidad del agua ya que puede ser otro vehículo de bacterias.
Los principales síntomas asociados con la otitis externa u otitis del bañista son descamación de la piel, dolor de oído, picor y, en ocasiones, supuración de líquido en el oído y pérdida temporal de la audición. El tratamiento de la otitis del bañista raramente cursa fiebre, pero puede requerir antibióticos para tratar el cuadro infeccioso. Para la inflamación del oído también puede que nos prescriban gotas con corticoides.
Como ya te adelantábamos, el mejor tratamiento contra la otitis del bañista es la prevención. Y en este sentido, los mejores aliados son los tapones de baño a medida, que evitan la entrada de agua en los oídos. En el caso de los niños y niñas, también hay bandas de neopreno de gafas de buceo con protector auditivo incorporado.
Más información en www.anferoptica.com
¡Sigue a la Revista Urban Style en Instagram y Facebook para no perderte nada!