La cocina es una de las estancias de la casa donde más tiempo pasamos. Allí cocinamos, comemos y, muchas veces, simplemente es el lugar ideal para hablar y contarnos qué tal ha ido el día. Además de una buena distribución es muy importante tener una buena iluminación en la cocina. Con una buena iluminación ganaremos, incluso, sensación de amplitud, llegando a darnos esa sensación de haber sacado unos metros de más.
Luz natural
No hay nada mejor que la luz natural. Normalmente, nos sentimos más cómodos en un lugar en el que hay luz natural, porque nos recarga las pilas, nos llena de energía y hace de la estancia un espacio muy acogedor. Y, por si no es suficiente con lo anterior, nos va a ayudar a ahorrar en nuestra factura de la luz. Si todo son ventajas, ¿por qué no aprovecharlo en nuestra cocina?
Entre las opciones disponibles para ganar luz natural en la cocina nos encontramos con los grandes ventanales, muros de pavé o cristal, etc. Pero si hay una tendencia que gana cada día más adeptos es la de colocar toda una pared en cristal con la puerta de este mismo material.
Colores neutros
Es importante que elijamos colores claros para la cocina si lo que queremos es dar una sensación de mayor amplitud. Decántate por colores como el blanco -tendencia en las cocinas que siguen un estilo nórdico- o por el madera en tono clarito.
Elige también colores neutros para el suelo. De nada servirá que los muebles nos ayuden a ganar esa sensación de amplitud si luego vamos a elegir un suelo oscuro.
Electrodomésticos integrados o de acero
En cuanto a los electrodomésticos, tenemos dos opciones para ganar luz. La primera es decantarse por los de acero inoxidable ya que este material es un acabado perfecto para reflejar la luz.
La segunda opción que se nos presenta es la de integrar los electrodomésticos en los muebles y, así, camuflarlos y que no se vean.
Buena iluminación artificial
Por último, y no por ello menos importante, debemos estudiar bien la iluminación artificial que se va a colocar. La creación de diferentes puntos de luz nos hará ganar amplitud, por ejemplo, un punto de luz en la zona de trabajo.
Sin duda alguna, una cocina bien iluminada gana mucho -y sin necesidad de grandes lujos-.
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