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Eterna Roma

Ahora que ha pasado el verano y las temperaturas son más suaves, es el momento perfecto para descubrir (o redescubrir) los encantos de Roma. Y es que “la Ciudad Eterna” siempre tiene algo nuevo que ofrecer al visitante. Roma es una ciudad llena de museos, plazas, palacios, iglesias, edificios romanos y otros lugares destacados que son imposibles de abarcar en una sola visita. No importa, porque Roma siempre nos recibirá con los brazos abiertos, una excelente gastronomía y montones de planes para disfrutarla.

¿Qué ver en Roma? 15 lugares imprescindibles

El Coliseo

Este enorme anfiteatro, que en época romana tenía capacidad para 65.000 espectadores, es uno de los símbolos de Roma y uno de los monumentos más visitados. En su arena lucharon gladiadores entre sí, contra animales salvajes e incluso se simularon batallas navales inundando la arena mediante canales subterráneos. En realidad se llama Anfiteatro Flavio, y en su inauguración en el año 80 d.C. se sacrificaron más de 5.000 animales y albergó 100 días de juegos. Sin duda un lugar imprescindible en tu visita que te enamorará tanto de día como de noche.

La Fontana di Trevi

Y hablando de enamorarse, uno de los lugares más románticos de Roma es su famosa Fontana di Trevi. En parte gracias a la película “La dolce vita” de Federico Fellini, causante de que cada día millones de turistas la visiten. Es una fuente barroca construida en el siglo XVIII que representa a Neptuno, aunque antiguamente marcaba el lugar donde acababa el Acqua Virgo, un acueducto construido por Agripa en el año 19 a.C. No olvides lanzar tu moneda al agua, ya que como cuenta la tradición, “quien lance la moneda volverá algún día a Roma”.

El Foro Romano y el Palatino

Vale la pena pasear por el Foro Romano para imaginarse lo que una vez fue el centro civil, político, jurídico y social del antiguo Imperio Romano. En tu recorrido por el parque arqueológico podrás ver las excavaciones de templos antiguos, arcos del triunfo, mercados y otros edificios importantes que los emperadores ordenaron construir aquí. Junto al foro está el Palatino, donde se encuentran las excavaciones de las residencias imperiales.

La Piazza del Campidoglio y los Museos Capitolinos

Muy cerca de allí se encuentra el Campidoglio, sede del Ayuntamiento romano y núcleo de la vida romana. Esta plaza constituía la entrada triunfal a la ciudad por la colina del Capitolio, la más famosa de las siete colinas que la rodean. Tanto la plaza como los edificios que hay a su alrededor fueron realizados por el mismísimo Miguel Ángel.

El Panteón

Es uno de los edificios mejor conservados de la época romana y también más misteriosos, ya que aún no está clara la función que cumplía en aquella época. En el año 608 el emperador Adriano regaló el Panteón al Papa, y aparte de algunas lápidas insólitas (entre ellas las del pintor Rafael y varios reyes italianos), te llamará la atención su óculus.

El Monumento a Victor Emmanuel II

Imposible no fijarse en este imponente edificio situado en la Piazza Venezia. Fue construido como símbolo de la unidad del país y para rendir homenaje al primer rey de Italia, Victor Emmanuel II. También es conocido como “el altar de la patria”, «máquina de escribir» y «tarta de bodas». El edificio incluye un museo y la Tumba del Soldado Desconocido, siempre custodiada por dos soldados.

La Piazza Navona

Esta siempre animada plaza es punto de encuentro de artistas y lugareños. Su forma alargada recuerda a un estadio y es que, en efecto, se asienta sobre el antiguo estadio de Domiciano o Circus Agonalis, construido por el emperador Domiciano en el año 86 d.C. No te pierdas sus 3 magníficas fuentes: la Fontana dei Quattro Fiumi, de Bernini (la reconocerás por su obelisco), la Fontana del Moro y la Fontana di Nettuno.

La Piazza di Spagna

Su famosa escalinata, y la Fontana della Barcaccia de Bernini y la Iglesia de la Trinitá dei Monti que se encuentran en sus extremos, convierten a la Plaza de España en un lugar emblemático de la capital italiana.

La Piazza del Popolo

Seguimos con otra de las plazas más célebres de Roma. Un espacio simétricamente perfecto en cuyo centro se levanta el segundo obelisco de la ciudad. En uno de sus extremos se pueden ver las dos iglesias gemelas, Santa Maria in Montesanto y Santa Maria dei Miracoli, y en el otro, la Basílica de Santa Maria del Popolo. Otro de sus atractivos es ver atardecer desde la terraza del Pincio, situada en el interior de Villa Borghese, el mayor parque de la ciudad, y a la que se accede desde unas escaleras ubicadas en la misma plaza.

La Basílica de San Pedro

Es el centro espiritual de la Iglesia Católica y residencia del Papa. Situada en el Estado independiente de la Ciudad del Vaticano y en la plaza del mismo nombre, la enorme basílica se construyó sobre la tumba de Pedro. Allí podrás contemplar obras maestras como el baldaquino de Bernini y «La Piedad» de Miguel Ánguel, además de visitar las criptas con 148 mausoleos de antiguos Papas.

Los Museos Vaticanos y la Capilla Sixtina

Los Museos Vaticanos albergan la enorme colección de arte que han atesorado los Papas a lo largo de los siglos. Sin embargo, el punto cumbre de la visita es la Capilla Sixtina. Esta famosa capilla, con los extraordinarios frescos de Miguel Ángel, es el lugar donde se celebran los cónclaves para elegir a un nuevo Papa.

Castel Sant’Angelo

Su origen se remonta al año 130 d.C. cuando Adriano mandó construirlo como mausoleo para él y su familia, aunque con posterioridad se convirtió en fortaleza papal y llegó a estar unido al Vaticano por un pasadizo que todavía se conserva, el passetto.

El barrio del Trastévere

El barrio más célebre de Roma es ideal para degustar la buena comida italiana. Después de perderse por sus callejuelas hay que llegar hasta Piazza Santa Maria in Trastevere, punto neurálgico del barrio. Allí sobrevive la Basílica de Santa Maria in Trastevere, la más antigua de las iglesias de Roma.

San Giovanni in Laterano

Fundada por Constantino en el siglo III, fue la residencia del Papa en Roma hasta el siglo XIV, cuando los pontífices se trasladaron al Vaticano.

La Iglesia de Santa Maria in Cosmedin

Es una de las joyas de la Roma medieval que destaca por su campanario románico y por la Bocca della Verità, una antigua máscara de mármol que representa un rostro masculino con los ojos, nariz y boca perforados. Durante muchos años los romanos creyeron que todo aquel que mintiera e introdujera la mano en la boca, la perdería…¿Te atreves a probar?

 

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