¿Quién no ha repartido sonrisas por el mundo alguna vez con un trozo de orégano entre los dientes? En el momento en que te das cuenta (que suele ser más tarde que pronto) sientes que se tambalean los cimientos del Universo: “¡¿Desde cuándo está eso ahí?!”, “¡¿Por qué nadie me ha avisado?” “¡Ay, madre! ¡¡¡Que he estado especialmente encantador con la chica nueva de contabilidad y pensaba que la había dejado rota!!!”. Para evitar situaciones así, y teniendo en cuenta que la gente de nuestro entorno, unas veces por prudencia y otras por pura maldad, no nos van a advertir sobre el orégano descontextualizado, hemos llenado nuestra vida de espejos.

Este objeto, tan necesario en una época en la que se da tanta importancia a lo estético, se ha convertido en un instrumento vital en nuestro día a día. Pero no es esa faceta, obviamente funcional, en la que nos vamos a centrar, sino en la más puramente ornamental. Y es que cuando colgamos (o apoyamos) un espejo en  un lugar estratégico de nuestro hogar, no buscamos solamente la más que evidente belleza del reflejo que proyecta, sino darle a la estancia en que la ubiquemos otra  sensación de amplitud o luminosidad.

Existen diversos tipos de espejo según su forma, finalidad e, incluso, ubicación. Así nos encontraremos con:

• Espejo vestidor, que utilizaremos para vernos de cuerpo entero. Lo funcional de este tipo de espejo es evidente y su ubicación suele encontrarse, bien en las propias puertas de armarios ropero y en vestidores, o bien en el recibidor. Esta última idea es estupenda para darte un último repaso de cabo a rabo antes de salir de casa.
• Espejo de cómoda es, como su propio nombre indica, el que se ubica sobre la cómoda. En ocasiones va adherido al propio mueble secreter.
• Espejo exento, es el que no lleva detalles decorativos alrededor, es decir, sin moldura que lo proteja o enriquezca decorativamente.
• Espejo con moldura es el que está enmarcado con el fin de implicar el espejo en un estilo decorativo.
• Mural de espejos se denomina cuando entran a formar parte de un todo varios espejos instalados juntos, definiendo así un espacio más grande.
• Cornucopias: espejos decorativos con molduras clásicas. Habitualmente se instalan como composición en una pared rellenando el vacío. A principios del siglo pasado, se ubicaban sobre las mesillas de los dormitorios de matrimonio.

Es de resaltar la idea de complementar inteligentemente el espejo del que tratemos con la luz que más se adecúe a la función que queramos priorizar. Pintarse la raya del ojo o dar amplitud a una estancia no solamente requieren un tipo de espejo distinto, sino que en un caso se necesitará una iluminación más directa y en el otro una más global.

En fin, que no me quería despedir de esta breve pincelada sobre el mundo de los espejos sin ofreceros un último consejo: no olvidéis cepillaros muy bien los dientes después de comer macarrones con tomate y orégano.

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