Sedentarismo, trastornos depresivos y malos hábitos posturales son las principales causas de esta enfermedad global
El 80% de la población mundial sufrirá problemas de la espalda o cuello a lo largo de su vida, siendo éste en la actualidad el mayor motivo de absentismo laboral y el segundo en cuanto a consultas médicas. Estamos hablando de 7.347 mil millones de personas, que, según las estadísticas tanto internacionales como locales, no tienen previsión de mejorar su diagnóstico y evolución, a pesar de los indudables avances en el campo de la traumatología.
Para Ata Pouramini, orientador en salud, experto en nutrición y uno de los quiroprácticos más reconocidos, el dolor de espalda, cuando no está producido por una lesión, sólo puede tratarse desde el punto de vista preventivo y, por supuesto, holístico. En esta posición de salida ante el dolor se sitúan los quiroprácticos, que consideran la columna como la línea de la vida, y, por lo tanto el eje de la salud. Rodeada de ramificaciones nerviosas, cualquier desviación de su postura original puede comprimir uno de esos nervios y dar lugar a un malestar de distinto grado y en distinto lugar. Así, una subluxación o desplazamiento de una vértebra, puede presionar uno o varios nervios, interrumpiendo una o varias funciones orgánicas. El trabajo de un quiropráctico consiste en corregir esa subluxación, devolviendo al cuerpo su armonía original.
El ajuste quiropráctico no se realiza sólo cuando nos duele el cuello o tenemos lumbalgia, es una medida terapéutica rutinaria y de prevención, explica Pouramini , que nos ayuda en nuestro bienestar general, puesto que refuerza nuestro sistema inmunitario, relaja el sistema nervioso y facilita las funciones vitales del resto del cuerpo.
Además de “ajustarnos”, corregir mediante un pequeño movimiento esas desviaciones de la columna, Ata Pouramini, director de Quiropractic, nos deja los siguientes consejos para luchar contra el dolor de espalda:
Practica yoga, pilates u otra disciplina que, bajo supervisión, te ayuda a estirar y fortalecer tu musculatura, a la vez que mantienes tu columna en su posición natural.
Di no al sitting. Nada de estar ocho horas sentado en la oficina sin levantarte. Cada veinte minutos, abandona el puesto y camina o muévete durante ocho minutos. Siempre que puedas sube por las escaleras.
No escatimes en tu silla de trabajo. Debe estar diseñada con un punto de vista ergonómico. Debe mantener tu espalda recta y recoger tu zona lumbar.
Aprende a sentarte bien. Siempre con los brazos a la altura de la mesa y los pies en el suelo. Si no llegas, procúrate un reposapiés.
Mantén una buena actitud postural al caminar y al estar parado. Eso significa espalda recta, hombros en perpendicular y tripa hacia dentro.
Tacones: mucho cuidado. Procura vestirlos con moderación. No sólo modifican la postura del pie, sino que hacen lo propio con todo el cuerpo, al desplazar el peso del mismo hacia delante, siguiendo la forma del zapato.
Mantén a raya el estrés. En la espalda se somatizan muchas preocupaciones y transformamos en dolor muchas emociones negativas y problemas. Busca tus minutos diarios de silencio y trata de meditar.
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