En realidad, nunca es “demasiado pronto” para hacer un examen visual. Al principio serán revisiones sencillas y objetivas, en las que primarán los hallazgos del especialista, y después serán cada vez más completas conforme el niño sea más mayor y pueda colaborar subjetivamente en la exploración.
Al nacer, nuestro sistema visual no está desarrollado en su totalidad y sus estructuras cambiarán anatómica y fisiológicamente hasta después de la pubertad, siguiendo estas pautas genéricas:
–El ojo humano se alargará aproximadamente 7 milímetros desde el nacimiento hasta los 20 años, más o menos. Y casi triplicará su volumen y su peso.
-El iris cambiará su color durante los seis primeros meses de vida, de modo particular en cada individuo.
-El conducto nasolagrimal no estará formado en su totalidad hasta que se concluya el crecimiento de la cabeza y la cara.
-El desarrollo de la función de los músculos extraoculares, muy importantes para el desarrollo motor e intelectual, comienza en el útero y continúa después del nacimiento.
-En la retina del recién nacido la periferia está bien desarrollada, anatómica y funcionalmente, pero la mácula, (zona donde se alcanza la máxima agudeza visual y la visión del detalle), es todavía muy inmadura continuando su desarrollo unos años más, aproximadamente hasta los cinco años.
-La vascularización retiniana, se desarrollará paulatinamente hasta el año aproximadamente.
-La capacidad de enfoque se irá modificando a medida que el ojo crezca y la córnea y el cristalino consigan la potencia correcta para una visión nítida.
-Aproximadamente el 75% de los recién nacidos son hipermétropes, y de éstos, la mitad tiene una hipermetropía superior a 3 dioptrías. El 25% son miopes.
-La curvatura corneal es la responsable de la mayor parte del astigmatismo, y generalmente se estabiliza hacia los 2 años.
Los primeros años de vida representan el período crítico de desarrollo visual, cuando las áreas visuales del cerebro se están desarrollando rápidamente estimuladas por la impresión de imágenes claras sobre la retina, de tal forma que una imagen deficiente, producirá problemas tanto de visión como de desarrollo motor e intelectual, si no se corrige.
Revisiones rutinarias, no urgentes
Se aconseja revisar la visión infantil al primer mes de vida para descartar problemas oculares severos o malformaciones congénitas. A los 6 meses para descartar posibles desviaciones, (estrabismo). Alrededor de los 2 años para evaluar el estado refractivo. Y posteriormente cada 2 años como revisiones periódicas normales.
¿Cuándo hay que llevar al niño al especialista optometrista/oftalmólogo?
·Si el niño desvía algún ojo, o los dos.
·Si al trabajar de cerca se acerca demasiado.
·Si tiene problemas cuando mira de lejos.
·Si presenta dolores de cabeza.
·Si tiene episodios de ojos rojos, legañas, lagrimeo.
·Si el reflejo pupilar es distinto de un ojo a otro.
·Si tiene movimientos desacompasados de los ojos.
·Si hay anomalías en los párpados.
·Si refiere diferente visión entre un ojo y otro.
·Si hubiera antecedentes familiares de ametropías o enfermedades oculares.
Fernando Prieto
Óptico optometrista en Anfer Óptica
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