Muchas veces nos preguntan cuál es mejor, por eso queremos aclarar tus dudas sobre estos dos tratamientos tan demandados.
¿Qué son?
El bótox, o toxina botulínica, impide que el músculo se contraiga, paralizándolo. El ácido hialurónico, en cambio, es un polisacárido que se encuentra presente en los tejidos de nuestra piel.
Aplicaciones
El bótox está más indicado para aquellos casos en que las arrugas se forman al contraer los músculos, y solo se usa en el tercio superior (patas de gallo, entrecejo y frente). El ácido hialurónico es muy efectivo rellenando arrugas y surcos, como el nasogeniano. También se utiliza para aumentar el volumen de los labios, pómulos o mentón.
¿Cuándo se ven los resultados?
En el caso del bótox se empiezan a notar a partir de los 3-4 días después de su aplicación. Los resultados tras aplicar el ácido hialurónico son inmediatos, aunque mejoran a las 2-4 semanas por la captación de agua por el material y por su integración en el tejido del paciente.
¿Cuánto duran?
La duración del bótox es de 4 a 6 meses, mientras que la del ácido hialurónico dependerá de la absorción de la sustancia por parte del paciente, aunque sus resultados pueden durar hasta 18 meses.
Hay que recalcar que con ninguno de estos tratamientos se pierde la expresión si se ponen en su justa medida. Con retoques sutiles mejoramos muchísimo el aspecto de la piel, la cara de cansancio, o los volúmenes perdidos. Si te interesa pide cita con las doctoras Ana Mata y Clara Chiloeches. Ellas resolverán tus dudas y junto a un diagnóstico facial te recomendarán el que mejor se adapte a tus necesidades y la cantidad necesaria para que no se note.
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