Cuando necesitamos bajar de peso y mejorar nuestra composición corporal, una alimentación saludable es básica pero no suficiente. Si queremos adelgazar y perder volumen, debemos combinar una dieta sana y equilibrada con ejercicio físico.
Para quemar calorías a corto plazo el ejercicio aeróbico (correr, nadar, ir en bici, bailar, caminar, saltar a la comba…) es el mejor. Eso sí, para que los resultados sean visibles es necesario practicarlo al menos 30 minutos al día, y es que ese es el tiempo a partir del cual los ejercicios aeróbicos ayudan a quemar los depósitos de grasa.
Sin embargo, según nos explican desde Fitness Deluxe -el mayor distribuidor de material fitness a largo plazo los ejercicios de musculación y tonificación resultan más eficaces, ya que activan la masa muscular y la velocidad del metabolismo. Los ejercicios de tonificación deben durar unos 5-15 minutos; en este caso con 13-20 repeticiones por serie es suficiente.
Dicho esto, podemos concluir que la mejor rutina de trabajo para adelgazar y conseguir un cuerpo tonificado es alternar ambos tipos de actividad, como ocurre por ejemplo con en el Cross Training, Una disciplina muy similar al Crossfit pero que se adapta mejor a las condiciones físicas de cada persona, por lo que, a diferencia de este último, no hay que tener una gran fondo físico para comenzar a practicarlo.
¿Qué el Cross Training?
El Cross Training, también conocido como entrenamiento funcional, es un deporte que engloba diferentes ejercicios de alta intensidad -tanto de fuerza como cardiovasculares- para trabajar todos los grupos musculares. Tal y como explican desde el Instituto Internacional de Ciencias Deportivas, se trata de un tipo de entrenamiento en que el nivel de intensidad viene marcado por la carga o bien por la velocidad en la ejecución del ejercicio. Una sesión de Cross Training suele durar una media de una hora y se compone de la fase de calentamiento, la práctica de ejercicios cardiovasculares y de musculación y la vuelta a la calma para estirar y recuperar el cuerpo tras el esfuerzo físico.
Los beneficios del entrenamiento funcional son múltiples:
– Mejora las competencias físicas: desarrolla e incrementa la fuerza, la agilidad, la flexibilidad, la coordinación, la velocidad, la resistencia cardiovascular y la precisión, entre otras muchas capacidades.
– Es ideal para quemar grasas. Está comprobado que entrenar de forma simultánea la fuerza y el cardio aporta mejores resultados y contribuye a la pérdida de peso.
– Resulta menos monótono que los entrenamientos tradicionales. Al combinar ejercicios tan variados y en sesiones más cortas, las rutinas resultan más entretenidas y motivadoras.
– Previene lesiones. Al trabajarse todos los grupos musculares, disminuye también la tensión de los músculos, tendones y articulaciones. Asimismo, mejora la postura corporal y el rango de movimiento.
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