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Esta temporada te ha vuelto a pasar lo mismo. Después de hacer el cambio de la ropa de verano a invierno, con todo el sufrimiento que ello conlleva, te has dado cuenta de que tu armario está a rebosar pero que, a la hora de la verdad, no sabes qué ponerte. No desesperes, nosotros podemos darte la solución.
En el orden está la clave
Lo primero que tienes que hacer es organizar tu vestidor. Un armario bien ordenado no solo te ayudará a mejorar tu ánimo, también te ayudará a sacar más partido a tus últimas compras y a conseguir looks perfectos en tiempo récord. La máxima de menos es más también se cumple en el ropero, y si no que se lo digan a Caroline Rector, la blogger que popularizó la idea de sobrevivir con solo 37 prendas por temporada. Caroline tiene un sistema minimalista que utiliza desde hace más de dos años y que le ayuda ahorrar tiempo y dinero. Cada temporada la blogger divide su armario en tres categorías: ropa que ya tiene y guarda para más adelante, nuevas compras y las que quiere seguir poniéndose. Las prendas que ya no quiere las dona. “No se trata del número. El objetivo es probar algo nuevo si no estás feliz con tu armario actual. Si 37 no es tu número, busca uno que se ajuste a ti”, afirma Caroline en su blog Un-Fancy. Y es que, según estudios, solemos ponernos solo un 20% de las prendas que guardamos en nuestros armarios y hay un 60% de nuestra ropa que no nos ponemos nunca. Si esto es así, ¿a qué esperas?
1. Deshazte de la ropa que no te pongas. Para decidir qué retirar de tu armario y qué no, hazte tres preguntas.
– ¿Hace más de un año que no lo utilizas?
– ¿Es de tu talla actual?
– ¿Lo comprarías a día de hoy?
2. Haz un inventario.
Saber qué es lo que tienes en tu armario te ayudará a la hora de decidir qué ponerte.
3. Di adiós a las camisetas publicitarias.
Ni si quiera ya es excusa usarlas como pijama o para ir al gimnasio.
4. Tira las cajas de los zapatos de cartón. Sí quieres tenerlos ordenados en cajas, mejor que sean semitransparentes para que puedas ver lo que hay en el interior.
5. Renueva tus bolsos y gafas de sol. No hay razón para guardar esos souvenirs de tu adolescencia. Salvo que sean bolsos clásicos y buenos, de esos que no pasan de moda, tíralos o dónalos. Con las gafas haz lo mismo. Una cosa es que vuelva lo retro y otra es que te pongas unas gafas totalmente desfasadas. Si te lo puedes permitir, este año invierte en un modelo redondo con detalles metálicos. No te arrepentirás.
6. Ordena por color y forma. Una vez hecha esta limpieza, ordena tus prendas por colores, así encontrarás la que buscas más rápidamente. Hazlo además por tipos de prendas: camisas, jerseys, pantalones, vestidos…
7. Ordena tus camisetas en los cajones de manera vertical y no amontonadas, como seguro que hacías hasta ahora. Ahorrarás espacio y las verás mejor.
Básicos que no pueden faltar en tu armario:
Una camiseta blanca. A poder ser de algodón. Su versatilidad te sacará de muchos apuros. Puedes combinarla para restar sofisticación a un look formal o como pieza básica de un conjunto más desenfadado. Combínala con una cazadora de cuero y unos vaqueros, o introdúcela en un outfit compuesto por una blazer, una falda de tubo y unos salones.
Una pieza de sastrería. Una americana y un traje sastre son dos piezas que no deben faltar en un ropero, sobre todo pasados los 30. Ya que invertimos en básicos, tenemos que hacerlo bien y optar por tejidos de calidad.
Un jersey. Aunque las bajas temperaturas del invierno hacen casi obligado su uso, este año vuelven a cobrar protagonismo. Decántate por uno monocolor. Esta temporada se llevan los oversize, pero los entallados nunca pasan de moda.
Una camisa blanca. Si bien este año está más de moda que nunca, es otro imprescindible de tu ropero. Vale tanto para un look deportivo como para un estilismo más sofisticado.
Unos salones clásicos. Si no te puedes permitir un zapatero como el de Carrie Bradshaw en Sexo
en Nueva york, lo mejor es que te decantes por un modelo clásico de piel. A poder ser en negro, marino o nude para que puedas combinarlos con todo.
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