Los jardines verticales se han convertido en la mejor alternativa para disfrutar de zonas verdes en espacios reducidos. Y no solo hablamos de los beneficios que aportan las plantas a nivel emocional, sino que este tipo de jardines presentan ventajas como la mejora en el confort térmico del edificio, mejor aislamiento acústico, y la oxigenación y depuración del aire. A continuación, te damos una serie de consejos para crear tu propio jardín vertical.
Monta la estructura
No es necesario diseñar una estructura super sofisticada para albergar un jardín vertical, sino que se pueden emplear diversidad de materiales como macetas grandes en el suelo con celosías de madera para poner enredaderas; macetas o botellas colgadas; estanterías (sobre todo para jardines verticales de interior); planchas de geotextil con bolsillos; escaleras, palets, etc. Eso sí, es conveniente instalar un sistema de riego en el caso de que nuestro jardín vertical reciba mucho sol.
Rellena los recipientes
Las mezclas de sustrato utilizadas en jardinería vertical suelen ser ligeras, y pueden incluir arlita, perlita, sphagnum, fibra de coco, piedra pómez, turbas, cascara de arroz, etc. en distintos porcentajes. El objetivo de la mezcla es lograr una elevada capacidad de retención de agua, una buena aireación y drenaje, y aportar los nutrientes esenciales para que el jardín se desarrolle correctamente.
Elige las plantas
Antes de ponerte a plantar es recomendable acudir a un centro de jardinería para que te asesoren sobre las plantas más idóneas para un jardín vertical. Algunas de las más habituales son helechos, Monstera Deliciosa, Ficus Repens, Cáscara de nuez, Bergenia Cordifolia, Ajuga Reptans, Geranios, Tulbaghia violácea, Duranta Repens, Platycerium bifurcatum…
Más información en www.viverossanchez.com y www.grupototalia.es
¡Sigue a la Revista Urban Style en Instagram y Facebook para no perderte nada!
Suscríbete a la newsletter
No te pierdas nada de los contenidos que publicamos a diario, ahora Urban Style en tu correo.