La cocina es uno de los espacios donde más tiempo pasamos, por lo que debe ser un espacio confortable, cómodo pero, sobre todo muy funcional. Por eso, a la hora de reformar o diseñar una cocina, independientemente del estilo por el que nos decantemos, existen varios puntos primordiales a tener en cuenta:
1. Estudiar bien la distribución
Para aprovechar al máximo el espacio del que disponemos. Según los metros cuadrados, la forma del espacio y la funcionalidad, podemos escoger entre varios tipos de distribución de cocinas: cocinas lineales, en paralelo, en “L”, en “U” o con una isla central.
2. Planificar correctamente el espacio de almacenaje
Uno de los principales problemas que nos encontramos en nuestras cocinas es la falta de espacio a la hora de guardar las cosas. Y es que cada día son más los aparatos y utensilios que tenemos a nuestra disposición cuando cocinamos.
Sin embargo, aunque no lo creamos, se trata más de un problema de aprovechamiento que de falta de sitio. A día de hoy existen en el mercado múltiples soluciones de almacenamiento: cajones extraíbles, ganchos en la pared, estanterías, sistemas modulares, carritos multiusos, armarios columna… Este tipo de armarios, por ejemplo, aprovechan toda la altura de la cocina, disponen de una gran capacidad de almacenaje, y además permiten integrar los electrodomésticos consiguiendo una estética más agradable. Eso sí, para sacarle el máximo partido a todas estas soluciones es necesario una buena organización.
Por ejemplo, colocar a mano los utensilios que utilicemos con mayor frecuencia, organizar los cajones con separadores, destinar una zona a los pequeños electrodomésticos…Y por supuesto, deshacernos de todo aquello que no vayamos a utilizar.
3. Realizar un buen diseño de iluminación
Para ello hay que tener en cuentan la orientación del espacio, la entrada de luz natural, el tamaño de la estancia y su distribución… Lo ideal es integrar diferentes tipos de luz. Por un lado, una iluminación general y homogénea que nos permita ver y desplazarnos por el espacio.
Los focos integrados en el techo son una buena solución. Por otro lado, debemos contar con una iluminación focal, más potente y sin sombras, para las zonas de trabajo. Unas tiras led en la parte inferior de los armarios superiores iluminando la encimera nos pueden ayudar a este cometido.
Finalmente, las lámparas colgantes para mesas, islas… son perfectas porque dan personalidad y calidez a las cocinas.
4. Elegir materiales de cocinas resistentes y, a su vez, fáciles de limpiar
Hay que tener en cuenta que en las cocinas hay calor, humedad, golpes… Por ello, aunque suponga una inversión importante, lo mejor es adquirir materiales de calidad, en especial en aquellos elementos que se utilizan frecuentemente, como la encimera (mármol, granito, Silestone, Corian, acero inoxidable…), la campana extractora, el frigorífico y por supuesto, los muebles, cuyo acabado exterior, además de diseño, debe ofrecernos durabilidad.
Los materiales de mobiliario más demandados son los lacados (mates , satinados o brillos), los laminados, los polilaminados (tableros de MDF recubiertos de PVC), madera maciza, madera rechapada, acero inoxidable o cristal.
Suscríbete a la newsletter
No te pierdas nada de los contenidos que publicamos a diario, ahora Urban Style en tu correo.