Pequeño en extensión, pero con muchas cosas que ofrecerte, Bélgica es un destino perfecto y al alcance de la mayoría de bolsillos. Desde Urban Style, te damos las claves para que disfrutes de una escapada inolvidable, ya sea en familia, pareja o con amigos.
Pese a su pequeña dimensión, pocos países aúnan tanta historia y tanta belleza como Bélgica. Este espectacular país europeo cuenta con multitud y variadas atracciones turísticas: desde ciudades medievales y castillos, a abadías donde los monjes dirigen sus propias fábricas de cerveza, colinas, hermosos bosques y, cómo no, los famosos campos de batalla de la primera y la segunda Guerra Mundial. Además, con un enorme patrimonio cultural, su céntrica ubicación convierte a Bélgica en un destino perfecto tanto para los que quieren visitar expresamente el país, como para los que están viajando por Europa y lo escogen como una de sus paradas obligadas.
Bélgica es un país con tanto encanto que cualquiera de sus ciudades tiene algo que ofrecer a quienes se animan a visitarla: hermosos castillos, iglesias, catedrales, edificios medievales, museos… No obstante, si a la hora de organizar nuestro viaje tenemos que escoger, nos podemos quedar con Bruselas, la capital y centro económico del país; Brujas, la más visitada y, quizá, también la más admirada y retratada, y Gante, cuyos canales le imprimen una personalidad y belleza única.
BRUSELAS
Sede de la Unión Europea y la OTAN, Bruselas es a menudo considerada la capital del viejo continente. Sin embargo, más allá de su carácter político y de sus edificios gubernamentales, esta ciudad, mosaico de lenguas y culturas, alberga un gran atractivo cultural con más de 80 museos, el Palacio Real y una rica historia a sus espaldas.
La Grand Place. Patrimonio Mundial de la UNESCO, se trata del centro histórico de la capital belga y uno de los lugares más concurridos y emblemáticos de la ciudad. Construida como un mercado para comerciantes en el siglo XIII, esta bella plaza, presidida por el gran edifico del Ayuntamiento, acoge numerosos festivales y conciertos durante todo el año. El año 1695 quedó en ruinas tras sufrir un bombardeo de tres días por el ejército francés. Sin
embargo, gracias a la los ciudadanos, consiguió re nacer de sus cenizas como un ave Fénix.
El ayuntamiento. Ubicado en la Grand Place de Bruselas, se trata de un impresionante edificio de marcado estilo gótico y que data del siglo XIII. Su fachada cuenta con más de 137 estatuas talladas. Además, el visitante puede realizar tours por su interior, dónde podrá admirar tapices y obras de arte del siglo XV. En lo alto del ayuntamiento de Bruselas se encuentra una estatua de cinco metros que representa al arcángel San Miguel, patrón de Bruselas, que fue restaurada en 1996.
La torre del Ayuntamiento. Sus 96 metros de altura sobresalen por encima del resto de edificios, sirviendo de brújula a los turistas. Como la mayoría de edificios góticos de Bélgica, la torre ha sufrido numerosas rehabilitaciones y fue restaurada en estilo neogótico durante el S. XIX.
El Manneken Pis, símbolo de Bruselas. Se trata de una estatuilla de 50 centímetros de un niño de bronce que está haciendo pis en la pila de una fuente. No se sabe con certeza el origen de este símbolo. Sin embargo, en torno a este monumento existen muchísimas leyendas.
Atomiun. Símbolo de la Bruselas más vanguardista, se construyó para la exposición Universal celebrada en la capital europea en el año 1958. Al igual que pasó con la Torre Eiffel, su construcción fue objeto de muchas críticas. El arquitecto de la obra fue André Waterkeyn. Con sus 103 metros de altura representa un átomo de hierro aumentado 200.000 millones de veces.
Palacio Real. Ubicado en el centro de la capital, se trata del palacio más conocido de Bruselas. Si bien desde 1831 el palacio no es la residencia real -los reyes viven en el Palacio de Laeken-, actualmente es la sede de la monarquía belga y el lugar donde el rey cumple sus deberes como jefe de estado. Aquí tienen lugar las audiencias reales en las cuales resuelvan los problemas de estado.
BRUJAS
Con más de 3 millones de turistas anuales, Brujas es la ciudad más visitada de Bélgica, por delante de Bruselas. Fundada en el siglo XI alrededor de una fortaleza del siglo IX, se trata de una de las ciudades medievales mejor conservadas del mundo. Capital de la región de Flandes Occidental y, desde el año 2000, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, Brujas es una ciudad encantadora pero lo suficiente mente pequeña como para visitarla en un día.
Plaza Mayor, también llamada Markt, esta plaza es el centro neurálgico de Brujas. En ella se sigue celebrando un mercado todos los sábados.
La torre de Belfort se encuentra en la plaza anterior y es la torre más característica de Brujas. Desde la parte más alta, a 83 metros de altura, se obtienen las mejores vistas de la ciudad.
Plaza de Burg. Es la segunda plaza más importante de la ciudad y compite con la Plaza Mayor en ser la más espectacular de Brujas.
Iglesia de Nuestra Señora. Es la iglesia más famosa de Brujas y su torre de 122 metros es la más alta de Bélgica.
GANTE
Que un 20% de su población sean estudiantes, hace que Gante sea una de las ciudades más animadas del norte de Europa. Gante fue fundada en el siglo IX cuando Balduino I de Flandes (Balduino Brazo de Hierro) levantó un castillo para proteger las abadías de San Pedro y San Bavón de las incursiones vikingas.
Al igual que Brujas, Gante también posee una interesante red de canales y un precioso centro urbano medieval.
Catedral de Gante. Aquí fue bautizado Carlos V. Tardó tres siglos en construirse. En su interior destaca el púlpito barroco del siglo XVIII y sus pinturas, principalmente “La Adoración del Cordero Místico” de Van Eyck.
Castillo de Gante. Antigua residencia de los condes de Flandes, fue utilizado hasta el siglo XIV como fortaleza defensiva y hasta el XVII como prisión. Actualmente el castillo, donde se alberga un museo de instrumentos de tortura, puede visitarse.
Campanario de Belfort. Este precioso campanario de 91 metros fue construido en el siglo XIV y es uno de los monumentos más emblemáticos de Gante. Su mirador, a 65 metros de altura, ofrece las mejores vistas de la ciudad.
Plaza de Korenmarkt. Se trata, sin duda, del lugar más animado de Gante desde la Edad Media.
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