Aunque en España ya existe la nueva generación de red inalámbrica, esta sigue presentándose como una gran desconocida para la mayoría de usuarios.
Vivimos rodeados de teléfonos y dispositivos que nos conectan de manera permanente al ilimitado universo virtual que es la Red. Según el último informe publicado por We Are Social y Hootsuite el pasado mes de enero, en el mundo existen 4.388 millones de internautas conectados a esta. Una cifra que supera en 367 millones de internautas al análisis realizado en el año anterior. Se trata de unos sorprendentes datos que van de la mano de una evolución tecnológica que avanza de manera vertiginosa. Junto con los dispositivos de última generación, la conexión al universo de Internet también mejora en pro de la variable más demandada por los usuarios: la velocidad.
Todo el mundo habla del 5G como la gran solución a la ‘saturación’ que existe en el mundo online. De igual modo que sucedió con el 3G y el 4G, el siguiente paso llega como un nuevo tipo de señal inalámbrica en el que habrá cabida para más usuarios y estos poseerán un servicio más eficaz. Si el 1G (donde la letra G se refiere a la palabra generación) nos permitía hablar con nuestro teléfono móvil, el 2G ofreció la alternativa del SMS, el 3G añadía la posibilidad de navegar por Internet y el 4G dotó de mayor efectividad a los servicios de la conexión anterior. De este modo el 5G, para entenderlo de manera sencilla, posibilitará todos los servicios anteriores y añadirá la capacidad de, entre otras novedades, descargas de contenido en Ultra HD o vídeos en 3D.
Junto con las revolucionarias noticias acerca de este nuevo tipo de conexión llegan los grandes interrogantes. ¿Será realmente más veloz? Según apuntan los expertos, sí. La velocidad será sensiblemente mayor y el 5G posibilitará una velocidad de descarga de hasta 10 gigabits por segundo (superando al gigabit del 4 LTE). Otra de las grandes incógnitas acerca de este tipo de señal se refiere al encarecimiento de la cuota. Una inquietud que al parecer no debería preocupar al usuario aunque todo depende de la competencia existente entre los operadores. Lo cierto es que este servicio no debería ser más caro al carecer de saturación en el ancho de banda. Una ventaja que debería animar a las compañías a terminar con restricciones y cobros por datos ya que se contaría con una tarifa plana real.
En referencia al tipo de dispositivos con los que optar a este tipo de línea, lo cierto es que no todos los terminales actuales están preparados para soportar esta nueva tecnología. Es muy probable que la gran mayoría nos veamos obligados a adquirir un teléfono de última generación para disfrutar de la rapidez de esta nueva conexión.
Finalmente, la última cuestión a tener en cuenta es, sin duda, el momento en el que esta novedosa línea será una realidad en España. Aunque en el territorio nacional, Vodafone lanzó hace un par de meses su primera red comercial 5G ( Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Málaga, Zaragoza, Bilbao, Logroño, Santander, San Sebastián, Vigo y La Coruña), siendo el primero en Europa en implantarlo, lo cierto es que, por el momento, se trata de un servicio en vías de desarrollo.
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