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Hay quien vive solo, quien vive con su pareja, quien vive con su pareja y sus hijos, quien vive con su pareja, sus hijos y su suegra, quien vive con su pareja, sus hijos, su suegra y la yaya, y así un infinito etcétera de combinaciones posibles. En cada casa, salvo en la de las gemelas Olsen, todos comen. Y claro, el lugar idóneo para juntar a toda la familia frente a la olla del cocido es la mesa del comedor.
Pues bien, una pieza alrededor de la cual se han sufrido tantos empachos, urdido infinidad de planes, cerrado innumerables tratos, desatado un sinfín de discusiones y prometido infinitos amores eternos merecía un artículo en nuestra pequeña sección.
Así pues, tendremos que valorar distintos aspectos para no ubicar en nuestro salón una mesa descontextualizada. Factores como el espacio o la utilidad que le pensemos dar deben ser muy tenidos en cuenta a la hora de decidirnos. Así optaremos por una mesa fija o extensible, siendo esta última la mejor opción a la hora de jugar con el espacio. Dentro de éstas podremos elegir entre distintos tipos de apertura, como son el sistema de carro (se desplazan las patas para añadir uno o más tableros), el sistema de alas (los extensibles se encuentran anclados a ambos lados de la mesa mediante un bastidor) y el sistema de apertura central (la mesa se abre por la mitad, saliendo un extensible del centro).
En cuanto a los materiales, si nos salimos de los más comunes, como son la madera, el cristal, el de lacado y el metal, podemos encontrar los sobres porcelánicos, más resistentes al rayado pero que pueden partir en caso de no tener buena base, cobres, polímeros, aceros e, incluso, si eres una persona concienciada con el medio ambiente, materiales reciclados.
Para rematar nuestra mesa de comedor podemos optar por el barnizado de madera, lacas texturadas o metalizadas e impresiones personalizadas. Si a esto le añadimos la infinidad de modelos existentes y los que están por crear podemos decir que nos encontramos ante un mueble de posibilidades infinitas (básicamente como todo nuestro sector).
En fin, ahora que ya has elegido tu mesa de comedor solamente falta lo más importante: decidir a quién quieres sentar en ella. Disfrutad del cocido y, sobre todo, de la compañía.
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