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Los menores y Whatsapp (primera parte)

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Muchos padres nos visitan preocupados por el uso que hacen sus hijos de determinadas aplicaciones en sus dispositivos móviles e incluso hemos organizado charlas con los jóvenes en algunos centros escolares para informarles de los riesgos.

Este mes vamos a dedicar este espacio a una de estas aplicaciones: WhastApp. Esta App, bien conocida por todos, se ha convertido en un fenómeno mundial para mayores y pequeños. En España hay 20 millones de usuarios que lo usan y cada uno de ellos lo comprueba 150 veces al día. Concretamente, el 76% de los niños de 11 a 14 años lo utiliza habitualmente, por eso, es muy importante que los padres conozcan el riesgo que conlleva la utilización de esta aplicación por parte de los menores.

Qué deben saber los padres de WhatsApp
WhatsApp no está considerado una red social, pero tampoco es un simple servicio de mensajería. Esta aplicación permite crear grupos y compartir imágenes, links, contactos y ubicaciones, hacer llamadas y, ahora también, videollamadas. Sin embargo, al no ser considerada una red social no sigue la normativa de seguridad que se aplica a Facebook o Twitter para asegurar la intimidad de sus usuarios. Como mucha gente sabe, Whatsapp fue adquirida por Facebook hace un tiempo y precisamente estos últimos nunca han destacado por asegurar la privacidad de los datos de sus clientes.

En cuanto al límite de edad por el que muchos papás nos han preguntado solo podemos decir que, para empezar a utilizar WhatsApp, no hay que cumplir ningún requisito previo. Cualquier menor que quiera disponer de la aplicación podrá descargársela e instalarla, facilitando sus datos personales y una fotografía. Así, y aunque la normativa vigente regula que un menor de 14 años no puede autorizar a que alguien obtenga sus datos personales ni fotografías, WhatsApp permite a un niño realizar todas estas cosas sin autorización de los padres. En este sentido cabe destacar además que el 65% de los niños participan en grupos en los que es muy difícil controlar quien participa ni con quien se está compartiendo la información.

Hoy os hemos hablado de privacidad y vacío normativo, pero el uso y los riesgos de WhatsApp en menores va mucho más allá. En esta aplicación no hay límites establecidos como veremos en el artículo que os estamos preparando para el número que viene y esto es precisamente lo que los padres deben transmitir a sus hijos. Deben enseñarles a proteger su intimidad empezando por algo muy sencillo: concienciarles de que sus conversaciones son públicas. Esta idea les hará recapacitar sobre lo que quieren compartir con terceras personas y de si aquello que le cuenta a un amigo podría ser leído por el resto de compañeros de clase.  Intentar que se den cuenta de que esta aplicación no les proporciona un espacio privado es el primer paso para que piensen antes de actuar.

Iván Lázaro
CEO Manzana Mordida

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