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Especial trepadoras

Las trepadoras son originarias de las zonas boscosas y de las selvas, donde por falta de luz, debido a los grandes árboles, treparon entre las ramas para buscar la luz agarrándose y sosteniéndose con diversos sistemas.

Hoy, en jardinería, las trepadoras de flor sirven para esconder fachadas o muros poco atractivos, embellecer una reja o un balcón, actuar como pantallas para aislarnos del exterior, crear rincones encantadores, por ejemplo, un cenador o una glorieta, ejercer de emparrado, o simplemente dar aroma, sombra y frescor.

Cualquier planta trepadora de rápido crecimiento puede, incluso, actuar como pantalla contra el ruido, aunque para ello deberá ser de hoja perenne y crecer sobre una celosía o paramento vertical, que le ayude a sostenerse.

Pero el gran valor de las trepadoras es que dan una nueva dimensión al jardín: la vertical. Ideal para un jardín pequeño o un espacio ajardinado. Además, la velocidad de crecimiento de la mayoría de estas especies permite conformar zonas ajardinadas en menos tiempo que recurriendo a otras plantas.

Formas de sujeción

Estas plantas han desarrollado diversos e ingeniosos sistemas para enredarse y agarrarse: tallos volubles, espinas, raíces adventicias, zarcillos o sarmientos…

  • Trepadoras con espinas. Los rosales trepadores y las buganvillas (Bougainvillea), por ejemplo, se sujetan a las piedras o muros muy rugosos gracias a sus espinas; si se trata de otros soportes hay que proporcionarles una celosía o armazón y guiarlos y sujetarlos sobre ellos.
  • Trepadoras con raíces adventicias. La hortensia trepadora (Hydrangea petiolaris), por ejemplo, al igual que la hiedra, emite unas raicillas que se adhieren a las superficies rugosas.
  • Trepadoras con sarmientos o zarcillos. Están provistas de hojas o tallos modificados en forma de filamentos que se enrollan para sujetarse a celosías, mallas u otras plantas, como hace la vid. Un ejemplo es la flor de la Pasión (Passiflora).
  • Trepadoras con tallos volubleso pecíolos. Las clemátides (Clematis), el velo de novia(Polygonum), la glicinia (Wisteria), los jazmines y el llamado falso jazmín (Trachelospermum jasminoides) se enredan fácilmente en barandillas, cenadores, espalderas y celosías gracias a sus largos tallos.

Elección de las trepadoras

Conocer la forma en que trepan es esencial para escoger bien la planta que mejor se adaptará al soporte en la que va a guiarse y el lugar donde se la va a emplazar. Pero también es muy importante conocer sus cualidades ornamentales, su tipo de desarrollo (algunas generan una densa vegetación), si el follaje es caduco, semi caduco o perenne, y la época de floración.

Las trepadoras perennes, por ejemplo, son perfectas para independizar zonas de forma permanente (casas vecinas, techos de garajes, vistas poco atractivas…).

Si son caducas, aíslan desde la primavera al otoño, con la ventaja de que advierten del cambio estacional y hacen limpieza general una vez al año. Si su soporte es una celosía o pérgola, protegerán del sol del verano y dejarán pasar la luz en invierno. Suelen dar mayor cantidad de flores que las perennes. Según el clima, algunas se comportan como semi caducas.

Las trepadoras anuales mueren cuando acaba la estación, pero a cambio la floración es intensa y espectacular, como la Ipomea.

Más información en www.viverossanchez.com y www.blueclean.es

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